Lingüística forense: Lo que tu forma de escribir dice de ti

Análisis de un texto real y cómo aplicar la lingüística para cosas que no te imaginas.

LINGÜÍSTICA

Yasmina Gonzalez

12/3/20256 min leer

¿Qué es la lingüística forense?

Usos poco comunes de la lingüística en el día a día

Caso real: ¿Es este mensaje parte de una estafa?

Conclusiones

Hace unos meses participé en un curso de introducción a la lingüística forense; un mundo fascinante que te enseña que nuestra historia y nuestro origen se manifiestan con disimulo en cómo nos expresamos.

Sin embargo, cuando le conté a mi círculo sobre mi experiencia, más de uno tragó saliva al pensar que me adentraba en algún tipo de pseudociencia. Y es que esta disciplina es una gran desconocida. Así que, lo primero: ¿qué es la lingüística forense?

De acuerdo con el Laboratorio SQ - Lingüistas forenses de Barcelona, la lingüística forense se encarga de estudiar cómo se usa la lengua en textos, grabaciones y conversaciones que forman parte de un procedimiento legal, para resolver dudas o conflictos mediante evidencia fiable.

El lingüista forense no hace análisis, ni perfiles psicológicos ni ejerce ninguno de los papeles típicos involucrados en una investigación policial, como tal vez puedas pensar después de ver alguna que otra serie de televisión.

Sin embargo, en textos escritos, esta disciplina puede ayudar a:

  • analizar ambigüedades en contratos y otros documentos legales;

  • determinar la autoría de un escrito;

  • detectar el uso de inteligencia artificial; o

  • analizar el estilo lingüístico (idiolecto) de una persona.

Si bien es cierto que la lingüística forense es muy valiosa en procedimientos legales e investigaciones, también se requiere a ella en cuestiones privadas. Imagínate lo siguiente: encuentras mensajes supuestamente de tu pareja a otra persona, pero tu pareja te niega haberlos escrito. Tú necesitas saber si deberías creerle o no, así que acudes a un lingüista forense para que valore la probabilidad de que tus sospechas sean ciertas. Ser infiel no es un delito, así que este proceso no acompañaría a una investigación oficial.

Además, a menor escala, no es necesario ser experto en la materia ni dedicarte a ello profesionalmente para aplicar tus conocimientos sobre lingüística en tu día a día. Quienes se dedican a la lingüística, traducción y filología pueden ser capaces de identificar, tanto en modalidad oral (hablada) como escrita:

  • hablantes no nativos, aunque tengan un nivel muy alto y sea casi imperceptible; y

  • el origen o la lengua materna de un hablante extranjero (siempre y cuando conozcan ese idioma, claro).

Dependiendo de la formación y experiencia individual, estas habilidades se aplicarán en mayor o menor medida, pero no hay duda de que pueden resultar muy útiles en más de una ocasión. Sin ir más lejos, en el ejemplo anterior, una persona con conocimientos sólidos en su lengua, podría sacar sus propias conclusiones fundadas.

Como no hay mejor evidencia que una demostración, aquí te muestro unos mensajes reales que recibí hace unos meses cuando buscaba un servicio de marketing:

Así, a priori, ¿hay algo que te llame la atención?

Como el contexto es imprescindible, estos son los datos del perfil público:

  1. Nombre: Roberto

  2. País de origen: España

  3. País de residencia: España

Teniendo esto en cuenta, veamos el análisis que realicé.

Sospechas de contexto

Sospechas de ortotipografía

Sospechas de redacción

Muestra 1:

Muestra 2:

Muestra 3:

El nombre: ¿Te llamas Roberto y firmas como Robert? Créeme, me llamo Yasmina y estoy acostumbrada a que escriban mi nombre mal: Jasmina, Jazmina, Jazmín, Yasmine, Yazmina... Pero ¿quién se equivoca con su propio nombre? Por si cabe duda, la firma era idéntica en cada mensaje.

La moneda: En primer lugar, si resides en España, ¿por qué me vas a cobrar en dólares? Y, en todo caso, ¿por qué hacer primero una oferta en una divisa y luego en otra?

(Y, sí, el cambio de precio también es una señal, pero no tiene nada que ver con el idioma en sí, así que lo omitiremos.)

El saludo: En español, el inicio de un correo sigue el formato saludo-coma-nombre-dos puntos. Sin embargo, por desgracia, esta no es una sospecha superrelevante, puesto que cada vez hay más y más personas que cometen este error. Lo ideal (y correcto) sería: «Hola, Yasmina:»

Los siguientes ejemplos no son errores como tal, sino que representan estructuras y estilos poco frecuentes en el uso del español de España. Por tanto, su interpretación es más subjetiva y deben tenerse en cuenta en su contexto y en conjunto con el resto de factores.

1) «¡Se ven geniales!». Yo veo esto y leo «They look great!». Lo más probable es que una persona nacida y residente en España dijera algo así como «Están genial», «Están muy bien», «Son geniales», etcétera. La expresión empleada suena más bien a un calco estructural del inglés.

2) «Perdón, ya no tengo mi sitio web». El mensaje es la respuesta a «¿Tienes alguna página web o portfolio donde ver muestras de trabajos anteriores?». Esta oración fue probablemente la que más me llamó la atención de todo el chat. De nuevo, a primera vista, la sintaxis y la gramática son correctas. Sin embargo, pensé:

  • ¿Por qué me está pidiendo perdón? Esta expresión en este contexto y como respuesta a esta pregunta no resulta natural ni nativo (una alternativa algo más frecuente aquí sería, si acaso, «lo siento, pero»).

  • El posesivo: En español, el uso del posesivo es mucho más limitado que en inglés. No decimos «puso su mano en mi hombro» o «deberías ir a tu médico», sino «me puso la mano en el hombro» o «deberías ir al médico». ¿Por qué? Pues porque es evidente, así que solo los utilizamos cuando lo evidente no es la realidad o como recurso estilístico en otro tipo de textos.

Los dos puntos para introducir una conclusión: Esto es correcto en español, sí, pero ¿cuántas veces lo ves en textos cotidianos como un correo electrónico? Este uso lingüístico no es tan habitual como en otros idiomas. En español, suele aparecer en titulares y escritos literarios, pero apenas se usa en este tipo de textos.

En todo caso, si damos por hecho que el autor conoce y aplica esta función menos habitual de los dos puntos, no tiene sentido que no los sepa utilizar correctamente también en el saludo, lo que refuerza la sospecha.

¿Puedo afirmar que se trataba de una estafa o que Roberto –o Robert, no sé– no es nativo de español? No. Pero sí puedo decirte que existe una probabilidad bastante alta de que el idioma original de este texto fuera el inglés. Y, en todo caso, si fuera nativo de español, descartaría la variante española.

¿Existe algún problema con el origen o idioma materno real? Pues aquí sí, porque eso significaría que esta persona se está vendiendo con un perfil falso y está engañando a sus potenciales clientes.

Y, como te decía al principio, esto no es un ejemplo de la labor de un lingüista forense, sino una muestra a muchísima menor escala de las aplicaciones de la lingüística en nuestro día a día.

Referencias bibliográficas

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